Repulsión

Roman Polanski era todavía un recién llegado al mundo del cine cuando dio rienda suelta a este inolvidable ejercicio de terror que ponía la piel de gallina. Repulsión fue la primera película del director polaco en inglés, pero eso apenas importaba: gran parte de la película es tan silenciosa (y tan rara) como la película muda Nosferatu.

La joven Catherine Deneuve interpreta a una niña belga varada en los años 60 en Londres, una belleza tímida sin habilidades sociales. Cuando su hermana deja su piso compartido, Deneuve se vuelve poco a poco, en silencio, completamente loca. Su mundo se convierte en la caja de pinturas de Polanski, ya que el diabólico director distorsiona la realidad a través de una serie de toques surrealistas (manos que sobresalen de paredes elásticas) y el horror asesino. Muy pocas películas lanzan el tipo de encanto misterioso que este clásico de 1965 logra, y claramente señala el camino hacia "La semilla del diablo" de Polanski. Como ocurre con la mayor parte del trabajo del director, lo inquietante no es la violencia manifiesta, sino el terrorífico sentido del vacío y el aislamiento, y la inquietud hirviente dentro de nuestra propia mente.