Érase una vez

Una niña de diez años explica a su padre el cuento de Caperucita Roja, que atento lo reescribe. Su narración es una fusión de todos los cuentos de nuestra infancia. Sus personajes desarrollan conflictos entre ellos, interactuando de manera que da lugar al desarrollo de un argumento más complejo.
El paisaje del Pirineo de la Alta Garrocha, no sólo es el espacio que alberga a los personajes, sino que tiene el rol mágico de articular unas fantasías profundas y ancestrales. Sus historias surgen de la frondosidad de una expresiva naturaleza; su dramatismo tiene el vigor y la crueldad de los volcanes de esta tierra.